domingo, 3 de febrero de 2013

CARROMERO PREPARA DEMANDA CONTRA CUBA


Carromero prepara una demanda contra Cuba para que se investigue la muerte de Payá


 
Ángel Carromero prepara una demanda contra el régimen cubano en la que denuncia que un coche les sacó de la carretera y que los dos opositores que viajaban con él, Oswaldo Payá y Harold Cepera, estaban vivos cuando se los llevaron las autoridades. Según han confirmado a El Confidencial fuentes cercanas a los asesores jurídicos del dirigente del PP, la denuncia de Carromero iría respaldada por una declaración notarial del otro ocupante del vehículo, el sueco Jens Aron Modig.

Carromero se ha mantenido en silencio desde que llegó a España procedente de una cárcel de la dictadura cubana, donde pasó varios meses desde que, aquel 22 de julio, el coche que conducía en Bayamo sufrió el accidente. Fue juzgado en La Habana, su defensa se quejó de no tener acceso a las pruebas y la familia de Oswaldo Payá, el opositor al régimen de los Castro más conocido internacionalmente, no pudo ni estar presente en la sala.

Desde un primer momento, la viuda de Payá y sus hijos –Rosa María ha recogido el testigo de su padre en el Movimiento Cristiano Liberación (MCL)- han renegado de la versión oficial: conducción temeraria de Carromero, exceso de velocidad en una carretera en mal estado y accidente contra un árbol. Payá y Cepero morirían en el hospital. De hecho, el hermano de Oswaldo, Carlos, que vive en Madrid, insiste en que “el primer sms que nos llegó hablaba de un coche que les perseguía”.

Ahora, según ha confirmado este diario en fuentes del PP madrileño, al que pertenece Carromero, éste está dispuesto a demandar al régimen cubano“aprovechando que Oswaldo Payá tenía la doble nacionalidad española y una denuncia permitiría iniciar una investigación internacional”, aseguran fuentespopulares.

De hecho, la demanda iría respaldada por unadeclaración ante notario –que ya estaría firmada, según una de las fuentes legales de Carromero- en la que el otro testigo del suceso, el sueco Modig, confirmaría punto por punto la versión de la persecución y el coche que les sacó de la carretera. Hasta el momento, Modig había asegurado que no hablaba para no perjudicar al joven político madrileño.

El Gobierno español ha insistido a Carromero y al PP de Madrid en la conveniencia de mantener “un tono bajo”. El departamento que dirige José Manuel García Margallo anduvo con pies de plomo en las negociaciones con el régimen, cortó o redujo al mínimo los contactos con la disidencia cubana para no ‘molestar’ a La Habana y aceptó una condena ‘asumible’: cuatro años que permitirían el envío de Carromero a España y su vida en un régimen de semilibertad, manteniendo incluso su trabajo como asesor del Ayuntamiento de Madrid.

Algunas fuentes del propio PP regional consultadas anoche por este diario desconocían la intención de Carromero e incluso la consideraban “un error. No es el momento. Todos sabemos que, al final, lo que hay es una dictadura, y la llegada aquí de Ángel fue un éxito de Exteriores”.

Sin embargo, Carromero se siente respaldado por los principales dirigentes regionales de su partido y cree que ya ha llegado el momento de hablar e intentar que una investigación internacional independiente arroje luz a lo que sucedió el 22 de julio en una carretera de Bayamo.

Fuentes de la familia consultadas por El Confidencial aseguran desconocer la decisión de Carromero, aunque desde el principio le han apoyado –“Es nuestro amigo y fue a Cuba a ayudar a Oswaldo”- y han respaldado la necesidad de una investigación independiente que, ahora, está más cercana.


TOMADO DE POR FAVOR ENTRE AQUI 

TODO ESTO A LA SOMBRA Y PARA ACALLAR A AQUELLOS QUE NO CESAN DE ATACAR A CARROMERO EN SUELO ESPAÑOL, AQUI EL PEOR ATAQUE ESCRITO:


AQUI EL ENLACE, QUE NO REPRODUCIMOS POR RESPETO A LA VERDAD, YA QUE ESTA SENTENCIA, FALLO Y PROCESO CREEMOS, SON ACOMODADOS A UN FALLO IMPUESTO POR LA DICTADURA CASTRO EN CUBA.

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.